Turquía tiene mucho que ofrecer cuando se trata de historia. Cada rincón es un monumento, cada cerro es un santuario…
Hierápolis es uno de los ejemplos más asombrosos de estas maravillas históricas de Turquía. Situada en Denizli, cerca de la famosa Pamukkale, Hierápolis abre una ventana al pasado y te lleva a los gloriosos tiempos antiguos.
Puedes descubrir la ciudad antigua paseando por las ruinas del legado greco-romano deteniéndote en el Anfiteatro Romano, el Baño Turco, la piscina de Cleopatra y la Necrópolis.
¿Quieres escuchar una sorpresa?
También puede pasar por Pamukkale y ver las maravillas naturales milagrosas de las terrazas de travertino.
También puedes disfrutar de las piscinas termales y relajarte.
A esto lo llamamos golpeamos dos pájaros de un tiro. ¿Qué opinas?
Las estructuras significativas en Hierápolis incluyen el teatro grande y bien conservado, el Templo de Apolo y el Plutonio, un célebre santuario de Plutón, el dios del inframundo. Las estructuras significativas en Hierápolis incluyen el teatro grande y bien conservado, el Templo de Apolo y el Plutonio, un célebre santuario de Plutón, el dios del inframundo.
Hierápolis también fue el hogar de una importante comunidad judía, y se han encontrado varias inscripciones judías en griego entre las ruinas.
Una de las figuras más significativas asociadas con Hierápolis es el apóstol Felipe. Según la tradición cristiana, Felipe fue martirizado en Hierápolis alrededor del año 80 d.C. El Martirio de San Felipe, una iglesia octogonal que data del siglo V, fue construida en su honor.
Hoy en día, el sitio es un destino popular para los turistas. Las terrazas de Pamukkale, formadas durante siglos por aguas termales ricas en minerales, son una maravilla natural y una visita obligada. Además, el Museo de Arqueología de Hierápolis ubicado en el antiguo complejo de baños romanos ofrece una impresionante colección de artefactos de la región.